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3.9.11

Hay cosas que no cambian (I)

Escuchando Barón Rojo es flipante comprobar cómo la política no ha cambiado nada en 30 años. Hay muchas canciones cuyas letras siguen vigentes en la actualidad a pesar de haberse compuesto cuando yo era pequeñita.

Ahora mismo estoy escuchando "Vampiros y banqueros". Esta canción es del disco Obstinatio, de 1989; bastante reciente comparado con otras.

Pongo el estribillo y que nadie me diga que esto no es actual 100%, vamos, para convertirlo en consigna del 15M:

Vampiros, banqueros
Nos chupan en silencio
La sangre y el dinero.
Vampiros, banqueros
Espectros usureros
Marcharos al infierno.

Para más información, buscad la letra en internet, ved el vídeo en Youtube o comprad el cd.


6.2.11

Nuevas ideas para bodas

Ya sabemos todos que esto de la crisis se lleva muy mal y todos hemos tenido que hacer recortes en el presupuesto.
Imagina que te vas a casar, ¡con lo que cuesta un bodorrio! Pues en Hong Kong ya han encontrado una forma de solucionarlo.
Varios McDonald's ya celebran banquetes de boda.
Se acabó lo de los regalos de la madrina y las cajas de dulces para los niños, ¡que se pidan un Happy Meal!
Y el pastel de boda puede ser lo más dulce: un Sundae con topping de chocolate.
Y eso no es todo. ¿Que chica no ha sufrido un dolor de pies espantoso después de estrenar unos zapatos monísimos para la ocasión que se han convertido en un instrumento de tortura? Y si además te has pasado con el bailoteo, ya tienes los pies en carne viva.
Pues para evitarlo podemos empezar a seguir el ejemplo de algunos clubes nocturnos de Munich que cuentan con una máquina expendedora de zapatillas desechables para no tener que llegar a casa descalza (la única forma de llegar a casa sin que te tengan que amputar desde el tobillo).
Vale que muchas somos precavidas y nos cambiamos los zapatos por algo más cómodo justo antes del baile (quedamos monas en las fotos de la iglesia y ya). Pero siempre es complicado encontrar algo cómodo y que te haga juego con el modelito y que no quede muy cutre metido en una bolsa de plástico (no siempre tienes la habitación del hotel cerca para ir a cambiarte).
Los mencionados pares de zapatillas desechables cuestan 7 euros y llevan una bolsa para guardar tus zapatos.

¿Para qué comerse la cabeza aparcando?

O eso debió de pensar el conductor (o conductora) de este coche.
Es que manda huevos los cojonazos que tienen algunos/as.