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30.3.07

Problemas lingüísticos (II)

A petición de Alberto, voy a intentar abordar el polémico tema del género de los nombres. ¿Por qué se puede decir colegiala pero no fiscala? ¿Por qué existe capataza pero hay problemas con jueza? Si decimos presidenta ¿podemos decir estudianta?

Bueno,pues la custión es complicada y delicada. La gente ha hecho lo que le ha dado la gana con el lenguaje y esto es un caos. Intentaré ser breve.

Con el Diccionario Panhispánico de Dudas en la mano (el que se ha convertido en autoridad absoluta en esto de la lengua) voy a ver si lo puedo resumir.

Cuando hablamos de cosas no hay problemas, o son masculinas o son femeninas y punto. Aunque tengamos el/la mar tocando los cojones, pero no importa, valen los dos (excepto en plural que siempre es masculino).

Ahora, ¿qué pasa cuando son animados (personas y animales)?

* Los que terminan en -o hacen el femenino con -a (igual que los adjetivos): bombero/bombera. Pero aparecen como excepciones piloto, modelo y testigo. Y digo yo ¿por qué no es posible pilota, modela y testiga? No es por ser feminista pero no parece que haya razones gramaticales para no hacerlo.
En algunos casos terminan en -isa o -esa por venir del latín: diablo/diablesa.

* Los que acaban en -a suelen ser comunes: el/la atleta.
También existen con la terminación -isa o -esa por lo mismo que en el caso anterior: poeta/poetisa.
Y son comunes los que terminan en -ista: el/la taxista. Así que no sé de dónde coño se han sacado la mierda de modisto.

*Los que terminan en -e también son comunes (igual que los adjetivos): el/la conserje.
Algunos tienen formas femeninas con -esa, -isa, -ina: alcaldesa, sacerdotisa, heroína.
Las tonterías de jefa, sastra y cacica son eso, tonterías. Si se quieren poner feministas y pijoteros pues que digan jefesa, sastrisa y caciquina (por poner un ejemplo).
Y en este grupo también entran los que terminan en -ante y -ente que también son comunes (como el adjetivo inteligente). Así que clienta, dependienta y presidenta son otras gilipolleces como las anteriores.

* Los que terminan en -i y -u son comunes: el/la maniquí.

*Los que terminan en -y hacen el femenino como rey/reina. Pero los más modernos son comunes. Tan feministas para unas cosas... Pues el femenino de yóquey (el que monta a caballo, vamos) debería ser yoqueina.

* Los que acaban en -or hacen el femenino añadiendo una -a: profesor/profesora.
Algunos conservan la forma del latín en -iz: actor/actriz.

*Los que acaban en -ar, -er, -ir y -ur son comunes: el/la militar.
Como siempre existen algunos que acaban en -esa (pero son muy raros): juglar/juglaresa.

* Los que acaban en -n y -s hacen el femenino añadiendo una -a: bailarín/bailarina.
Y, por supuesto algunos que terminan en -esa, -isa: barón/baronesa.
Pero resulta que rehén es común. Pues no, debería ser rehena.Pero claro, este no lo cambian porque no es tan bonito como jefa, ¿no?

* Los que acaban el -l y -z son comunes (igual que los adjetivos): el/la cónsul.
Por lo tanto lo de jueza no sería correcto (aunque ya está admitido como todos los demás), igual que no decimos portavoza ni con los adjetivos feliza.

* Los terminados en otras consonates son comunes: el/la chef (excepción con -esa: abad/abadesa).

*Son comunes los de la escala militar. Así que, aunque gramaticalmente capitana es posible, no debería tener forma femenina. Aquí sí veo yo un poco de machismo. Esto se podría cambiar: soldada (aunque se convierta en homónimo), caba, sargenta, teniente (este termina en -e y no se cambia).
Lo mismo pasa con los de personas que tocan un instrumento musical: el/la batería.
Y con los compuestos: el/la sabelotodo.

* Y, por supuesto, están los que tienen palabras diferentes: hombre/mujer.

Para terminar, el DPD considera que cuando hay un colectivo de hombres y mujeres se debe usar el masculino para designar a la clase completa, no a los individuos. Como la lengua cuenta con este recurso, es una tontería andarse con lenguaje políticamente correcto:

"Se olvida que en la lengua está prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a través del género gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intención discriminatoria alguna, sino la aplicación de la ley lingüística de la economía expresiva [...]Por otra parte, el afán por evitar esa supuesta discriminación lingüística, unido al deseo de mitigar la pesadez en la expresión provocada por tales repeticiones, ha suscitado la creación de soluciones artificiosas que contravienen las normas de la gramática"

Como usar la tontería esa de @ que no sirve con el artículo contracto del (Día del niñ@ es sólo del niño, no de la niña).

Creo que para las personas no hay más que decir. No olvidés los sustantivos epicenos que no cambian ni el artículo ni la palabra, como la víctima o el cadáver. Y nos da igual si era hombre o mujer. Lo mismo pasa con los animales; para distinguirlos se añade la palabra macho o hembra. Aunque no especifica hasta qué punto puedes tener confianza con el animal como para cambiar la palabra y decir gato/gata y perro/perra. ¿Por qué no puedo decir tortugo y tortuga? Yo le tengo mucho cariño.

Esto es la teoría y lo que se debería hacer. Si tenéis dudas concretas de una palabra que se ha formado de manera incorrecta pero queréis saber si está admitida, mirad el diccionario, no queda otra. La mayoría de las que considero incorrectas están admitidas, esto abre la puerta a que entren todas las demás, el tiempo lo dirá.

Si habéis llegado hasta aquí sin moriros, ¡¡¡enhorabuena!!! y muchas gracias.

Para más información: DPD

2 comentarios:

Rachelita dijo...

AAAyyyyy!!!! estas a nada de quitarle a Mario "El comodin de Mario", no se porque, pero a pesar de los que te quejas, a ti esto te gusta perraca. Yo de momento tengo la picha hecha un lio, bueno no, porque como no tengo picha no la puedo tener liada,.....Sandra, me estresas!!!

Sandra dijo...

¡No compares! Me queda mucho para llegar a ser como Mario, lo suyo es ciencia infusa y lo mío es comedura de tarro. Y sí, me encanta criticar; qué mal lo pasé cuando se murió Lázaro Carreter.
Consejo práctico, para hacer los femeninos de los nombres fíjate en los femeninos de los adjetivos que tengan la misma terminación y ya está. Y en caso de duda... consulta. Vamos, mujer, que tú no eres tonta.